Bielas Salvajes
bielassalvajes.wordpress.com
Zaragoza
Bielas Salvajes es un colectivo ciclista femenino y feminista. Nace hace cuatro años, cuando algunas de nosotras sentimos la necesidad de empezar a pedalear entre mujeres y de hacer más visible nuestra presencia en la ciudad como mujeres ciclistas. Para nosotras, todas las actividades que conseguimos sacar adelante no hacen sino acercarnos a un objetivo común, vivir en una ciudad más amable, más humana, más orgánica para las personas que la habitan. Desde Bielas Salvajes trabajamos para cumplir este objetivo visibilizando el colectivo de mujeres ciclistas y empoderándonos juntas.
Feminismo en bicicleta
Herramientas de cuidados para la transformación urbanaCómo está repartido el espacio público, qué impacto tiene sobre nosotras y cómo nos movemos, son algunas de las preguntas que nos debemos plantear para construir en el imaginario colectivo nuestra ciudad ideal.
La percepción y conocimiento de la ciudad que tenemos, nuestro mapa mental, cambia según el ritmo al que nos movemos. Andando o en transporte público, podemos tener una imagen fragmentada. Cuando nos subimos a la bicicleta, el diseño de las rutas nos obliga a conocer los espacios y planificar el recorrido con una visión integral. Aportando sensaciones propias del auto-transporte, somos un poco más independientes, libres y poderosas.
Es muy importante incorporar mujeres al ciclismo urbano con proyectos como Rutas Seguras. Para reducir las consecuencias negativas de una normativa desarrollada en torno a la visión cochista del patriarcado, acompañamos a otras en sus primeras pedaladas por la ciudad conscientes de las dificultades que esto entraña y aportando información sobre la normativa legal.
Esta incorporación provoca procesos paralelos de empoderamiento, facilitadores de la conciliación profesional y personal, que aceleran nuestra eficiencia y autonomía en el transporte. El peso de los cuidados continúa recayendo en las mujeres, ¿qué pasa si lo metemos en una alforja y lo subimos a nuestras bicicletas? Las distancias dejan de ser una barrera y ganamos tiempo para cuidarnos. Garantizando la universalidad del uso de la bicicleta desde la escuela generamos autonomía infantil.
Además, por el camino conocemos mujeres con las mismas inquietudes, con ganas de contagiar, de funcionar como un solo altavoz. Juntas desarrollamos también nuevas habilidades que nos abren otras opciones de empleo y auto-empleo, incluso en espacios tradicionalmente masculinos con proyectos como Ciclomecánicas.
Ocupamos en nuestros desplazamientos el espacio público, copado por el machismo imperante en las calzadas. El coche continúa siendo un arma demasiado poderosa, que nos relega a espacios privados segregados. Nosotras utilizamos la bicicleta como escudo para ganar la lucha diaria en nuestros desplazamientos.