REAS Red de Redes ha presentado los resultados de su campaña de auditoría-balance social 2019, en los que demuestra su apuesta por la construcción de otros marcos económicos y sociales más justos, inclusivos y sostenibles.

En este proceso de autoevaluación, se valora de forma sistemática, objetiva y periódica los seis principios de la ESS: política de lucro, democracia y equidad, sostenibilidad ambiental, cooperación, compromiso con el entorno y calidad el trabajo, para demostrar la puesta en práctica que de estos principios hacen las empresas de la ESS.

Empresas con una presencia predominante de mujeres trabajadoras contratadas a tiempo completo (63%) y que ostentan en mayor porcentaje que los hombres labores de representación (56,7%). Organizaciones en donde los cargos de responsabilidad son ocupados mayoritariamente por mujeres (59,9%), quienes ostentan en diez puntos más la participación en puestos políticos (50,9%) y tienen un salario medio más elevado. Empresas con una clara apuesta por el uso de lenguajes no sexistas (94,9%) y que cuentan con medidas de apoyo que mejoran los permisos establecidos por la ley en temas de conciliación del trabajo con responsabilidades de cuidados a otras personas, con autocuidados o con permisos activistas (en 3 de cada 4 casos).

Este compromiso por la igualdad de género es extensible a otros ámbitos que generan impactos sociales positivos; como podemos deducir de hechos como que la mayoría de empresas (el 64,7%) destinen parte de los recursos obtenidos a la constitución de reservas, la compensación de pérdidas o la inversión propia y sólo una pequeña parte de las mismas al reparto de beneficios entre socios, propietarios o asociados (5,5%) o que la mayoría contemple medidas para fomentar la formación de las personas empleadas (97,2%). Son empresas que ven en la cooperación una apuesta por la construcción de otras relaciones económicas. Por ello, estas entidades se implican y participan en iniciativas y redes de transformación social (93,2%), desarrollan proyectos comunes (70,6%) y buscan relaciones de intercooperación con otras entidades compartiendo conocimientos (81,3%).

Empresas que tienen un enfoque medioambiental, tanto en sus prácticas de consumo y adquisición de productos (94%), como en la aplicación de medidas de ahorro y eficiencia energética (76,0%) y de agua (63,4%), que hacen uso de papel reciclado (79,8%), donde la recogida y prevención de residuos está presente (73,8%) y que apuestan por el fomento de la movilidad sostenible (70,0%).

Este año han realizado el Balance un total de 530 entidades asociadas y vinculadas a las distintas redes territoriales y sectoriales de REAS RdR (un 19% más que el pasado año), lo que engloba a: 191 mil personas asociadas -no trabajadoras-, cerca de 22 mil voluntarios que colaboran en el desarrollo de sus proyectos sociales y colectivos, más de 4 mil trescientos que participan en representación de organizaciones, y algo más de 400 patronas de entidades. Si unimos todas esas personas vinculadas a las entidades –no trabajadoras- a los empleados –socios o no-, se alcanza una cifra total de 235 mil personas relacionadas con las 530 entidades que respondieron a las preguntas de la Auditoría Social del año 2019.

De los resultados del Balance Social se han hecho eco varios medios de comunicación. El Salto señala en este artículo los “Diez titulares sobre economía solidaria que no verás en la prensa económica” y resalta en este otro que las mujeres trabajan más en la economía social y solidaria que en la tradicional; Pikara Magazine habla en este artículo de la importancia del feminismo en la Economía Solidaria; y eldiario.es y Alternativas Económicas comentan la campaña del Balance Social en esta publicación.

Para conocer más, visita la página web de la Economía Solidaria aquí o consulta los resultados de las entidades aragonesas en este enlace.