Anabel García Recio, del grupo de trabajo en Vivienda Cooperativa en Cesión de Uso de REAS Aragón, firma este artículo en El Periódico de Aragón en el que explica el estado actual del modelo en relación con la modalidad sénior, aquella que ofrece soluciones de cuidado y vivienda a personas mayores.
Cada vez están más presentes en los medios la vivienda cooperativa en cesión de uso, la vivienda colaborativa, el alojamiento colaborativo, el ‘cohousing’, la covivienda… Expresiones de un modelo al alza, en un contexto de creciente dificultad de acceso a la vivienda y aumento de la preocupación por los cuidados. Dentro de la diversidad, la variante ‘senior’ es una pieza fundamental del nuevo movimiento cooperativo de vivienda, llamado a transformar la forma de habitar. El objetivo es poner en el centro el cuidado de la vida, las personas y el medio ambiente.
Son notables los déficits del sistema residencial de atención a las personas mayores, altamente mercantilizado y con grandes beneficios económicos a costa de una atención que, en el mejor de los casos, podríamos considerar asistencialista. Con esta situación, se propone una revisión y mejora del modelo de vivienda para personas mayores, facilitando el acceso a las diferentes realidades socioeconómicas, desde la autonomía, la cooperación, la ayuda mutua y el compromiso solidario.
Con este modelo, las personas recuperan su poder y capacidad de acción, aportando valor a la sociedad, formando parte del tejido de los barrios y gestionando sus vidas de forma colaborativa. La vivienda cooperativa en cesión de uso es un nuevo tipo de tenencia, con la propiedad colectiva permanente, evitando la división horizontal, la especulación y el lucro. Disponen de espacios de uso privativo y comunitario, pensados para el encuentro y la convivencia: comedor, salas de actividades, lavandería, biblioteca, atención a la dependencia…
Se trata de un modelo que prioriza las necesidades y el bienestar de las personas. Reduce la soledad no deseada, el deterioro de la salud y la ineficiencia de recursos habitacionales, retrasando la dependencia, con un acompañamiento basado en el respeto y el amor. Esta gestión, desde la implicación individual y la participación democrática, evita la institucionalización asistencial, confluyendo con las políticas de regeneración de las residencias, reduciendo la presión de los servicios públicos y su deriva privatizadora.
En Aragón, los proyectos ‘senior’ Somos Cuidados Comunes y Las Crisálidas están en distintas fases del proceso. A pesar de todas las ventajas, los proyectos abordan múltiples dificultades, con regulaciones basadas en la desconfianza y el control, que bloquean iniciativas de alto impacto. El esfuerzo económico que requieren, en un mercado inmobiliario desbocado, dificulta el acceso y la transformación social. En este escenario, las políticas para su impulso y la incorporación a la cartera de servicios sociales son ejes clave.
Este creciente interés ha impulsado la creación de un grupo Senior en el Grupo de Vivienda Cooperativa en Cesión de Uso de REAS Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria. Y comparte una declaración para colocar el modelo como prioridad de las políticas públicas para un envejecimiento saludable y sostenible.
Fuente: El Periódico de Aragón.
Comentarios recientes