Desde REAS Aragón, como representante de la Economía Solidaria en la región, entidad afectada por los recortes presupuestarios e integrante del tejido social de Zaragoza, expresamos mediante este comunicado nuestro firme rechazo al proyecto presupuestario municipal para 2020 y reafirmamos la solidez del vínculo que nos une al resto de entidades afectadas y a todas aquellas personas que, desde el ecologismo, el feminismo, la lucha por la igualdad, la democracia o, sencillamente, el interés por una Zaragoza más justa y humana, se muestran preocupadas por la orientación excluyente, insolidaria y reaccionaria del gasto municipal.

El proyecto de Presupuesto Municipal 2020 que Partido Popular y Ciudadanos presentaron el pasado 14 de diciembre ha recibido un fuerte rechazo general desde los movimientos sociales zaragozanos, escenificado en una convocatoria conjunta para presentar las más de 1.000 alegaciones que se han aportado a su redacción. Desde REAS Aragón, además de nuestro apoyo a las entidades afectadas, queremos dar a conocer lo que supone para la ciudad y para la Economía Social y Solidaria la desaparición de los dos convenios que se venían suscribiendo entre nuestra red y el Ayuntamiento de Zaragoza: pérdida de puestos de trabajo, de espacios de atención a la ciudadanía y de empuje a una economía con las personas, todas, en el centro.

La desaparición del convenio para desarrollar las actividades anuales del Centro de Recursos para la Innovación Social, cifrado en 2019 en 140.000€, supone que Zaragoza dejará de contar con un servicio local -y una referencia a nivel estatal- para el apoyo a los proyectos empresariales de emprendimiento colaborativo, para la cooperativización de empresas necesitadas de redefinirse en esta línea y para la innovación en organización de empresas con gestión democrática. Las más de 20 personas que han formado su equipo, los más de 400 proyectos atendidos, los 254 puestos de trabajo creados, las más de 1.000 personas (54% de ellas eran mujeres) que han pasado por el Centro de Recursos, echarán en falta el apoyo de su ciudad a un emprendimiento y un desarrollo profesional alternativo, sin burbujas, profundamente preocupado por las personas antes que por los resultados exclusivamente económicos. Toda la información sobre este proyecto, con sus actividades y resultados, detallados está en su página web (http://emprendes.net) y su memorias anuales de actividades han justificado cada euro recibido a lo largo de estos años.

Por otro lado, la falta de apoyo al Mercado Social que supone la no renovación del convenio por importe de 20.000 €, la interpretamos como una falta de compromiso municipal con una herramienta básica para el impulso del Consumo Responsable, el Comercio Justo, y la Soberanía Alimentaria, entre otras cosas. El importe recibido, pese a no cubrir el total de las actividades de esta herramienta de la Economía Solidaria, nos permitía, por ejemplo, mejorar la actividad de nuestra feria anual, a la que en 2018 acudieron 15.000 personas y que generó 13.000€ en ventas para las más de 60 entidades participantes. Como puede consultarse en la web de Mercado Social de Aragón (http://aragon.mercadosocial.net), no solo el importe recibido del Ayuntamiento se ha justificado cada año, sino que además, por un compromiso asumido desde cada entidad, quienes pertenecemos a esta red hacemos públicos cada año nuestros resultados económicos y el grado de cumplimiento de los principios de la Economía Solidaria con nuestro Balance Social, una herramienta de auditoría que supone aporta transparencia, claridad y evaluación a los proyectos empresariales, además de aportarles las muy necesarias formas democráticas.

Sin embargo, la desaparición de los convenios municipales no supone el cese de actividades ni para el Centro de Recursos ni para el Mercado Social. Supone, eso sí, que algunas líneas de trabajo sufrirán un frenazo, que tendremos que dedicar más horas desde el compromiso voluntario o que habrá que poner en marcha la imaginación para dar con soluciones creativas que faciliten la continuidad de los proyectos pero, sobre todo, la atención a las personas que deciden acercarse a una forma de hacer economía creativa, centrada en su valor humano y en principios éticos que desarrollan prácticas sostenibles, inclusivas y de justicia social. Nada de esto nos preocupa puesto que el posible desgaste lo compensaremos estrechando los lazos de nuestras redes, hallando nuevas soluciones, dando pasos más cortos pero más seguros.

Sí que nos preocupa, en cambio, que Zaragoza deje de contar con estas alternativas y herramientas que aportan compromiso con el medio ambiente y el desarrollo sostenible, preocupación por las personas sobre los números y balances, cuidado por la integración de quienes más desfavorecidas se ven, solidaridad entre la ciudadanía y conciencia de red. Nos preocupa que la ciudad se vuelva, por motivos de políticas de partidos y fríos cálculos de aritmética consistorial, mucho menos plural e integradora, menos participativa, más injusta e insana. Por ello, instamos al Gobierno municipal a rectificar el proyecto presupuestario de manera que se incluyan en él estos convenios por los motivos antes explicados. Nos ponemos a disposición de ella y de su equipo para aclarar cualquier duda y facilitar toda la argumentación e información necesaria para convencer al Pleno de la pertinencia de continuar estas líneas de trabajo

De no ser así, el próximo 30 de enero el Pleno municipal votará un texto definitivo que, con el previsible apoyo de populares, Ciudadanos y la ultraderecha, saldrá adelante dejando atrás a movimientos sociales, puestos de trabajo, objetivos sostenibles. Unos presupuestos que dejan fuera a la Economía Solidaria, la cooperación internacional, la inclusión social, el voluntariado, la movilidad sostenible, la diversidad cultural, la igualdad de género y muchas de las preocupaciones de la ciudadanía sólo pueden, por más inversiones que contemplen, empobrecer a Zaragoza. Evitemos que la ciudad salga perjudicada y démosle a quienes la vivimos y amamos herramientas para gestionar mejor nuestras vidas.