Generaremos un espacio de convivencia y bienestar en el que vivir y envejecer con dignidad y calidad de vida, y en el que las protagonistas sean las personas. Una casa común sencilla, proactiva, creativa, con sentido estético y artístico, con arquitectura y edificación lo más sostenible y ecológica posible, y con un impacto social positivo.
Nuestra propuesta busca un espacio de desarrollo en la ciudad consolidada en Zaragoza para unas veinte unidades de convivencia y para personas mayores de 50 años. En él, los espacios privados convivirán con las zonas comunes y públicas para facilitar la relación entre las personas y la cultura de cuidados, resignificando así el modelo de vivienda. Un modelo que tiene en cuenta la perspectiva social y económica y no solo habitacional.