La Pantera Rossa nació al compás de la indignación ciudadana que luego se llamó 15M. A finales de 2010, sus inicios nómadas se hacían sedentarios y se unían a un periódico (la redacción local de Diagonal), un grupo de investigación metropolitana (A Zofra), otro antimilitarista (Mambrú) y la Red de Apoyo a Sin Papeles. Junto a ellos, una amplia red de personas hicieron posible e independiente, económicamente, este sueño comunitario.

Una de las características que define a La Pantera Rossa es su voluntad de interpelar y ofrecerse a la sociedad en su conjunto, mimetizándose con el paisaje que la rodea para transformarlo. Porque como Deleuze y Guattari sugerían en «Rizoma», la introducción a su libro Mil mesetas, «la Pantera Rosa no imita nada, no reproduce nada, pinta el mundo de su color, rosa sobre rosa, para hacerse ella misma imperceptible».

Su actividad habitual es la venta de libros (la librería está especializada en ensayo político, narrativa social y literatura infantil y juvenil con valores: diversidad cultural y sexual, cooperación, solidaridad…), productos de comercio justo y el desarrollo de actividades de cultura crítica y formación transformadora. También se acogen talleres de «autocuidados» y por «una vida sana». Además, se presta asesoramiento para la creación de bibliotecas especializadas de entidades públicas y sociales, itinerarios de lectura y autoformación, organización de eventos, servicios de comunicación y otros relacionados con la producción y gestión cultural.